Esta emoción, que de acuerdo a su duración puede volverse sentimiento, ha sido causa de muchos estudios, desde la Neurología hasta en el manejo de la energía positiva.

El ser humano tiene la capacidad de experimentar varios sentimientos a la vez, puede estar feliz por una razón y estar triste por otra; sin que ninguna le reste a la otra.

Se ha escuchado la frase “buscar la felicidad”, ¿Dónde hay que buscarla?

¿En los placeres? ¿En bienes materiales? ¿En los logros obtenidos? ¿En reconocimiento social? ¿En las relaciones interpersonales? ¿En la aprobación de los demás?

Estos son factores externos que hacen momentos de felicidad y… ¡claro que se disfrutan!

Buscar, identificar y poner en práctica los factores internos que proporcionen momentos de felicidad podrían ser más duraderos, puesto que dependen de la persona, por ejemplo:

La satisfacción del deber cumplido, cualquiera que sea la responsabilidad a cumplir.

Abrazar a un ser querido, sentir y dejar sentir al otro el cariño, el apoyo, la compañía que se le está transmitiendo mediante el abrazo.

Dar al que necesita, lo que necesita, en el momento que lo necesita, puede proporcionar felicidad. Dar un abrazo, unas palabras de aliento, cosas materiales, el sentir que se contribuye al bienestar del otro, puede ser gratificante.

Agradecer el hecho de ser quien se es, tener la libertad de hacer lo que se hace, tener lo que se tiene, estar donde se está, el tener la posibilidad y capacidad de desarrollo; hace ver que hay muchas razones para agradecer.

Alegrarse con pequeños grandes eventos, como encontrar a un amigo y saludarlo; ver a un niño como se divierte con su juguete nuevo o disfruta su helado; enterarse que su vecino se graduó de la universidad; que ganó su equipo favorito. ¡Tantas cosas que pueden causar alegría!

Reirse, tener buen sentido del humor, ya que además de poner en movimiento a varios músculos del cuerpo libera endorfinas, serotonina y dopamina, conocidas como las "hormonas de la felicidad".

El hacer todo lo anterior, podría contribuir en buena medida, a tener y mantener una sensación de tranquilidad, de paz, de armonía, de un bienestar general que pudiera proporcionar un estado de ánimo que se acerque mucho a la felicidad.

¿Cuántos momentos de felicidad has experimentado el día de hoy? ¿ Ayer? ¿En esta semana? ¿Durante el presente mes?

Si han sido varios momentos de felicidad acumulados…¡Felicidades! ¿Y si no? ¿Qué habría que hacer para tenerlos?

Se ha escuchado la frase “buscar la felicidad”, ¿Dónde hay que buscarla?